Castillo de Neuschwanstein

El Castillo de Neuschwanstein, se encuentra en la localidad de Schwangau, en el sur de Baviera, es uno de los lugares más visitados de Alemania y suele aparecer como imagen de portada en las guías de viaje del país.

Lo que hace tan especial a este castillo no es solo su belleza, sino su ubicación en un desfiladero a los pies de los Alpes Bávaros, desde donde domina un precioso valle en el que donde hay bonitos pueblos y grandes lagos.

Es el perfecto ejemplo de “castillo de cuento de hadas” que podemos ver en Europa. De hecho, fue la fuente de inspiración para diseñar el famoso Castillo de Disney.

La idea de construir este castillo fue del rey Luis II de Baviera, apodado “Rey Loco“, quien pasó largos veranos soñando con grandes héroes de la mitología germánica. Las óperas sobre estos caballeros realizadas por Wagner (a quien admiraba), avivaron su deseo de convertirse en un rey de cuento. Y por ello, cuando fue coronado mandó construir un palacio acorde a su idealizada y romántica visión de los castillos medievales.

Empezó a construirse en 1868 a 2 km del castillo de su padre (el castillo de Hohenschwangau), desde donde podía ver el avance de las obras. Luis II falleció en 1886 con el castillo todavía en construcción y a lo largo de su vida apenas lo había disfrutado. Pocas semanas después de su entierro sus herederos abrieron Neuschwanstein al público y con el dinero recaudado pagaron las deudas generadas por sus excesos.

Foto del castillo de Neuschwanstein

Hoy en día recibe 1,5 millones de visitantes al año y es una de las 5 principales atracciones turísticas de Alemania, la mayoría de ellos llegan de la ciudad de Múnich.